La comercialización de bebidas adulteradas no solo afectan la salud pública, con más de 300 muertes entre 2020 y 2021, sino que implica evasión fiscal, competencia desleal y distorsiones al mercado.
La comercialización de bebidas adulteradas no solo afectan la salud pública, con más de 300 muertes entre 2020 y 2021, sino que implica evasión fiscal, competencia desleal y distorsiones al mercado.