Se estima que las personas toman alrededor de 35,000 decisiones al día, según un estudio realizado por la Universidad de Cornell. Elegir qué almorzar, decidir si irá al gimnasio ese día o incluso si asistirá a esa reunión de amigos; todas estas acciones parecen no suponer ningún riesgo, pero si se realizan de forma improvisada, ocasionan lo que se conoce como fatiga de decisiones. Comprender este tipo de agotamiento mental y cómo gestionarlo permite tomar decisiones más intencionales y efectivas, mejorando así la calidad de vida. ¡Acompáñenos!
¿Qué es la fatiga de decisiones?
La fatiga por decisión es un fenómeno que describe la reducción de la capacidad para tomar buenas decisiones a medida que aumenta el número de elecciones que hace una persona. El primero en hablar sobre el término fue el estadounidense Roy F. Baumeister, prominente psicólogo social y profesor universitario.
Por ejemplo, un empresario que ha pasado horas revisando informes financieros y proyecciones de rentabilidad puede enfrentarse al final del día a tres propuestas de inversión igualmente atractivas. Sin la claridad mental necesaria para analizar cada opción con detenimiento, es probable que tome una decisión apresurada o simplemente postergue el proceso, afectando así el rumbo estratégico de su empresa.
“Si tu trabajo requiere que tomes decisiones difíciles durante todo el día, en algún momento te sentirás agotado y buscarás excusas para evitar o posponer decisiones”. Roy F. Baumeister
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Estrategias para enfrentar la fatiga decisional
Sabiendo que cada resolución conlleva un gasto energético mental, le recomendamos estas acciones para que su toma de decisiones sea más llevadera.
- Establezca rutinas y hábitos. El cerebro funciona mejor con mandatos. Al saber lo que tiene que hacer, reduce la toma de decisiones. Establecer una rutina ayuda a automatizar procesos, por ejemplo, elegir la vestimenta y el almuerzo el día anterior. Puede empezar anotando todo lo que tiene que hacer; sería como realizar su propio paso a paso.
- Priorice. Identifique las decisiones que necesitan de su acción inmediata. Responder el correo o hacer esa llamada y así ahorrar energía para situaciones que requieran un mayor esfuerzo.
- Tómese un descanso. Durante el día, establezca tiempo libre de decisiones. Complementar estos momentos con actividades como la meditación o la desconexión digital puede contribuir significativamente a reducir el agotamiento mental.
- Utilice la regla de tres. A mayor número de opciones, más difícil la elección. Reducir las alternativas simplifica el proceso. Por ejemplo, al seleccionar una bebida en una cafetería, la amplia variedad de opciones disponibles puede dificultar la elección. Limitar las alternativas a tres optimiza y reduce la insatisfacción.
- No haga todo solo. Practique el delegar las responsabilidades cuando sea posible. Empiece por identificar las actividades que pueden realizar otros.
En conclusión, si bien es cierto que no se pueden predecir todas las situaciones, es posible prepararse para evitar, dentro de sus posibilidades, caer en la fatiga de decisiones. Implementar estas estrategias le ayudará a minimizar el estrés, le facilitará elegir de manera inteligente y promoverá una vida con rutinas y hábitos establecidos.
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