Les voy a pedir que me permitan comenzar este artículo con una historia personal. Hace tiempo me contactó la directora de comunicación de una mediana empresa con la intención de contratar nuestros servicios en asesoría estratégica en, precisamente, comunicación. Durante la reunión vi que era una persona con mucho conocimiento y disposición, pero que tenía grandes barreras dentro de la misma empresa para poder comunicarse y transmitir que una estrategia de comunicación debe integrar a todos los departamentos.
Ahí me di cuenta de cómo uno de los grandes errores que cometemos es trabajar como islas las diferentes acciones de comunicación estratégica, cada departamento la suya, sin entender que la una sin la otra no funciona y, en el caso de la comunicación, es algo en lo que debe participar hasta la persona que recibe a los clientes.
Unas ideas sobre la comunicación estratégica
Desde aquí me gustaría compartir una serie de ideas sobre cómo lograr lo que he aprendido, no en las aulas de una universidad o en un master online, sino trabajando codo con codo junto a empresas, pequeñas y grandes, que han entendido la verdadera importancia de que todo comunica y no se puede hacer un plan de comunicación sin que la empresa en su totalidad participe.
Y como otra de las lecciones que he aprendido es que ya no tenemos tiempo de leer mucho, trataré de ser concisa, práctica y directa.
- De nada sirve un plan de comunicación que no esté adaptado a la realidad de una empresa, sus medios, colaboradores y presupuesto. El plan ideal no es el perfecto, es aquel que se puede ejecutar.
- La comunicación debe abarcar dos enfoques no negociables y unidos como el mejor de los matrimonios, caminando juntos: la comunicación interna y la externa.
- Cada colaborador es un multiplicador del mensaje. Sin importar rango o responsabilidades. Implicarlo en el proceso permite a la empresa tener el control de lo que va a transmitir porque le da las herramientas para hacerlo.
- Hoy en día el cliente, usuario o receptor no es pasivo sino completamente activo. Ignorarlo puede llevar a verdaderas crisis. Las personas utilizan los medios digitales para expresarse. Tenerlo muy presente en la estrategia logra que lo hagan de manera positiva o, en su defecto, se pueda reaccionar si lo hacen de manera negativa.
- Si no sabes quién eres, ¿cómo vas a comunicarlo? La misión, visión y valores ya no están de moda. Pues no importa cómo se llame; pero si no defines quién eres, qué haces, qué quieres y sobre qué valores te sustentas, estarás perdido en cualquier acción estratégica que hagas.
- Una vez definido lo anterior, llega el momento de encontrar tu voz, cómo lo vas a transmitir. Para hacerlo tienes que tomar en cuenta objetivos, mensajes, tono, canales y herramientas.
- Si quieres decir algo y lo haces igual en cada canal sin tomar en cuenta al público al que le estás hablando, estarás tirando por la borda esfuerzo, dinero y sobre todo resultados. Así como has hecho un trabajo de saber quién eres, tienes que conocer a quién le hablas y a través de qué canal hacerlo.
- Sumarse a las tendencias, las redes de moda porque “hay que estar ahí” no es una estrategia, es una improvisación. Y al final se volverá a hacer un esfuerzo que no logrará objetivos.
- Planificar sin tener claros los resultados que se quieren lograr es ir a ciegas. Lo que no se mide hoy en día, no existe. Y lo mismo, irse al otro extremo, tener todo planificado sin dejar margen a revisiones periódicas y a que pueden surgir imprevistos, lleva a una sobrecarga de los colaboradores y a no avanzar.
- Tener el equipo motivado mueve montañas. Es importante entender que el choque de generaciones no es algo negativo, sino todo lo contrario. Incorporar la experiencia y el sentido común de los seniors arma la estructura; tener a los millenials capaces de crear fuera del cajón la hace avanzar y la apuntala, y la gente ya de la generación Z maneja lenguajes, herramientas y formas de comunicar que nutrirán todo lo anterior.
Y como prometí ser breve. Aquí lo dejo. Pudiera escribir mucho más, pero al final seré feliz si se quedan con una idea: todo comunica y las islas estratégicas no funcionan.
Escrito por Ana Blanco.
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