La microgestión es una práctica gerencial que afecta tanto a los pequeños como a los grandes negocios. ¿Sabe usted identificar si aplica este modelo de regencia?
Centrarse hasta en los más mínimos detalles, tomar decisiones impulsivas y siempre estar al pendiente de lo que hacen sus empleados, son claras señales de ser un microgestor.
Así afecta a sus empleados
Puede que no lo parezca, pero a largo plazo, esta forma de administración causa estragos en su equipo de trabajo, y claro está, en su negocio. Por si desconoce las consecuencias le enlistamos unas cuantas:
- Disminuye el desempeño laboral.
- Genera desmotivación, desconfianza e inseguridad.
- Produce altos niveles de estrés, que, incluso, conduce a la renuncia de sus trabajadores.
- Coarta la creatividad y la libertad de accionar.
Cuando un equipo no se siente empoderado para tomar decisiones, generar ideas y actuar, generalmente da lugar a una empresa lenta e incapaz de innovar.
Belén Gómez, Entrepreneur.
Acciones para dejar la microgestión en el pasado
Sería fácil proponer la transformación de su paradigma pero sería un consejo poco realista. Cambiar viejos hábitos, que a veces son inconscientes, resulta complejo pero con ayuda es posible superarlos. Aquí nuestras recomendaciones:
- El paso más importante es aceptar que se posee el síndrome de la microgerencia.
- Una buena alternativa es involucrar al personal para que éste cumpla la función de árbitro y le notifiquen cuando entiendan que se asumen atribuciones de otros.
- Fomentar la comunicación bidireccional y establecer una política de puertas abiertas.
- Concentrar la atención en el objetivo global, y no tanto en los más mínimos detalles.
- Contratar a personas altamente capacitadas que le hagan sentir confiado cuando delegue tareas.
- Al momento de asignar un trabajo es preferible dar a conocer el propósito que se desea alcanzar tras su finalización. El resultado será un empleado enfocado y eficiente.
Elon Musk, ejemplo de microgestor
El hombre más rico del mundo, fundador de Tesla y SpaceX, Elon Musk, destaca por un liderazgo un tanto cuestionable.
De acuerdo con la revista Business Insider la gerencia de Musk se ajusta de manera perfecta al modelo de la microadministración porque el empresario toma decisiones impulsivas, coloca la vara de las metas demasiado alta y nunca está satisfecho con los trabajos de sus colaboradores.
“Elon Musk ha sufrido críticas por microgestionar Tesla, ante las dificultades del fabricante de coches eléctricos para cumplir las previsiones, el dinero gastado y lidiar con los directivos que han abandonado la compañía”, sugiere Andrew Hill del diario Financial Times.
Erradicar de raíz el deseo de controlar todos los departamentos de una compañía es un camino largo pero no intransitable.
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