La reputación empresarial se refiere a la percepción que tienen los stakeholders: empleados, clientes, inversores, proveedores, medios de comunicación, y demás, sobre una organización y su liderazgo.
La imagen del CEO influye en el posicionamiento, pues la proyección pública e institucional entre los líderes del mundo es una tendencia en auge. La sociedad exige transparencia y coherencia por parte de las organizaciones, mientras la lupa apunta a los líderes. Ya no solo se trata de promocionar productos o servicios, sino que se espera que los representantes de las corporaciones proyecten los valores que promueven en su empresa.
Redefiniendo prioridades: la cara detrás de una marca y la reputación empresarial
Frente a la gran competencia en el mercado, los consumidores se inclinan por aquellas marcas con las cuales comparten valores y se identifican con sus representantes. Por ello, la imagen del CEO juega un rol vital en la conexión con el cliente, así como el desarrollo del negocio. Se trata de la cara que genera confianza y consolida la fidelidad del público.
Poseer este cargo implica exposición constante, aún para quienes optan por un perfil discreto. Sus acciones y decisiones, incluso en el ámbito personal, poseen repercusión directa en la percepción de dicha organización, siendo esto una posible vulnerabilidad u oportunidad de crecimiento.
Estas son algunas estrategias clave para fortalecer la imagen de un CEO en favor a la empresa:
1.- Definición de visión y valores
Establecer un norte conlleva identificar las metas y propósitos para construir el recorrido. En términos empresariales, la visión y los valores determinan cada paso a tomar en una empresa. Influir en la percepción de un CEO conlleva definir desde un principio las cualidades que deben caracterizar su imagen. De esta forma, todas las acciones y decisiones que se lleven a cabo serán proporcionales a su marca personal. Estas deben reflejar la responsabilidad, ética y transparencia de la organización que ayudarán a construir una reputación empresarial sólida.
2.- Asesoría del departamento de comunicación
Proyectar una imagen determinada en todo momento puede convertirse en un reto si no se lleva a cabo de la mano de expertos. Los encargados del departamento de comunicación tienen el know-how sobre cómo abordar situaciones, crear estrategias y cómo proyectarse en canales digitales para evitar controversias.
Como dice una frase de Warren Buffett, se necesitan veinte años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla. Los medios de comunicación actuales tienden a generar malinterpretaciones y conclusiones prematuras. Es vital delegar en quienes son profesionales de esta área.
3.- Responsabilidad social corporativa
Promover y participar en las iniciativas de responsabilidad social proyecta empatía y humaniza la marca. Para fortalecer la reputación corporativa, el CEO puede liderar programas de sostenibilidad, apoyo a la comunidad, acciones ambientales y otras actividades que demuestren el compromiso de la organización con el bienestar social y ambiental.
4.- Desarrollo de relaciones sólidas con los medios
Se recomienda que el CEO establezca relaciones sólidas con los medios de comunicación y utilizarlos como aliados estratégicos para comunicar los logros y los valores de la empresa. Proporcionar información precisa y relevante a los periodistas y estar disponible para entrevistas y comentarios
construirá una imagen positiva.
La gestión de la imagen es vital para un CEO alcanzar el éxito en los negocios, convirtiéndose en una estrategia de marketing que beneficia y protege la reputación de una compañía. Su visibilidad y presencia puede atraer nuevos inversores y clientes, retener talento en la empresa y crear una imagen fortalecida ante los medios, favorable a la hora de manejar una crisis.
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