Un Consejo Administrativo es un equipo encargado de trazar el futuro de la empresa y verificar que se cumpla ese plan pautado. Sus miembros son a menudo independientes de la empresa, representando los intereses de los accionistas o propietarios de lamisma.
Su función principal es supervisar y orientar la gestión de la alta dirección para asegurar que la organización alcance sus objetivos estratégicos y cumpla con sus responsabilidades hacia los accionistas, stakeholders y la sociedad en general.
Digamos que usted es dueño de una empresa. ¿Quisiera que todo marche en armonía, organizado y en una misma dirección? De seguro que sí. En ese caso, un buen Consejo Administrativo le puede ayudar a lograr esto, garantizando, además, que se cumplan los estatutos de la empresa.
El Consejo Administrativo es el encargado de ver el funcionamiento de la empresa desde el nivel más alto. Aunque los modelos jerárquicos pueden variar, el esquema típico coloca al Consejo Administrativo por encima de la alta dirección, que incluye al CEO y otros ejecutivos clave por su importancia en la empresa.
“Los hechos dan información y el análisis estratégico es muy importante para la toma de decisiones, por lo que estos dos puntos son fundamentales dentro de un consejo de administración”.
Javier Barbero, coach empresarial
Ventajas de contar con un Consejo de Administración
¿Qué habilidades debería tener un buen Consejo Administrativo?
De acuerdo con un artículo publicado por la Escuela de Negocios de la Universidad de Navarra, el principal criterio que se debe aplicar para elegir un buen consejo es la profesionalidad. Sin embargo, también subrayan las siguientes:
- Experiencia. Un equipo experimentado es una apuesta segura para la empresa. Es importante que el Consejo Administrativo tenga experiencia relevante en áreas cruciales como finanzas, industria, tecnología y marketing para responder a las necesidades de la empresa.
- Visión estratégica. La visión debe estar enfocada en tomar mejores decisiones que beneficien a la empresa a largo plazo. Además, ser capaces de tomar en cuenta todo el entorno de la compañía para llegar a una decisión.
- Habilidades de comunicación. Con tantos temas a tratar, comunicarse de manera efectiva es crucial. Los miembros deben ser capaces de expresar claramente sus ideas y opiniones, así como de escuchar y comprender las perspectivas de los demás.
- Gestión de riesgos. La capacidad de identificar y evaluar los riesgos empresariales, así como desarrollar estrategias para mitigarlos, es fundamental. Además, gestionar los riesgos ayuda a proteger el valor de la empresa y su reputación.
- Comprensión de la tecnología. Dada la rápida evolución tecnológica, un buen consejo debe comprender cómo la tecnología puede afectar a la organización y estar dispuesto a adoptar innovaciones de manera efectiva.
El entorno empresarial contemporáneo se ha vuelto más complejo. Con la globalización, los cambios tecnológicos y el comportamiento cambiante de los consumidores, la efectividad de los Consejos Administrativos se vuelve crucial para garantizar la resiliencia y el éxito a largo plazo de las organizaciones. No solo cumple con las obligaciones legales, sino que también impulsa la excelencia empresarial y contribuye al crecimiento sostenible en un mundo empresarial en constante evolución.
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