El mundo de las inversiones ha sufrido reveses importantes en los últimos 12 meses que habrían sido difíciles de predecir a principios de año. Se estimó que el desequilibrio entre la demanda y la producción sería transitoria, sin embargo, la realidad ha sido otra.
Con la inflación desbocada, a los bancos centrales no les quedó más remedio que variar su política monetaria expansiva por una restrictiva. Esto desencadenó una bajada sin precedentes en los bonos y las acciones.
“Tenemos que remontarnos a la década de los años treinta del siglo pasado, casi 100 años, para encontrar caídas conjuntas superiores al -16% actual en la renta fija y la renta variable, constituyendo la renta fija la parte más anómala”, puntualiza Joaquín García Huerga, director de Estrategia Global de BBVA AM.
Para que baje la volatilidad en los mercados financieros y los activos de riesgo puedan continuar la recuperación iniciada, la inflación debe empezar a bajar y las expectativas de subidas de tipos de los bancos centrales se deben estabilizar, explica el experto. Si bien los indicadores muestran que está cediendo, aún viviremos bajo su sombra un largo rato. De hecho, Goldman Sachs prevé que la inflación subyacente (excluye los precios energéticos y los alimentos frescos) caiga al 2,9% a finales de 2023.
La calma llegará… eventualmente
El panorama es complejo, lo que sugiere actuar con cautela. No obstante, se están sentando las bases para una recuperación de los mercados en dos fases bien diferenciadas, de acuerdo con el Informe de Mercado 2023 del Banco Santander.
En un primer momento, esperan que se confirme el pico de inflación para el primer trimestre del año entrante lo que permitirá que los bancos centrales frenen la agresiva subida de tipos de interés y por tanto se inicie la recuperación de los mercados de renta fija. Luego, proyectan que la renta variable presente mejoras a partir de la segunda mitad del año entrante.
Renta fija: la estrella de 2023
En años anteriores la mejor manera de obtener rentabilidad era asumiendo mayor riesgo. Ahora la renta
fija se vislumbra como una opción segura capaz de generar retornos atractivos tomando en cuenta el nivel de riesgo que asume el inversionista.
“Los bonos han alcanzado un nivel de rendimientos en la media histórica, con las emisiones de Estados Unidos a 10 años rentando un 4%, la deuda de empresas de alta calidad crediticia ofreciendo un 6% en Estados Unidos y un 4,5% en Europa”, afirma el analista senior del centro de inversiones de Deutsche Bank, Diego Jiménez-Albarracín, para el medio CincoDías.
El director de inversiones globales de Santander AM, José Mazoy, comparte la visión de Jiménez-Albarracín: “el ajuste en renta fija ha sido muy doloroso, pero para los próximos cinco años el panorama es muy alentador. Hay una expectativa de generación de valor muy atractiva”.
Pisando fino con la renta variable
Las previsiones sobre la bolsa vaticinan bajos retornos durante 2023. En caso de aventurarse en ella, los analistas recomiendan buscar compañías de calidad. Ralph Elder, director general en España de BNY Mellon Investment Management, considera que hay que fijar el ojo en cotizadas “que tengan unos ratios de rentabilidad estables, que tengan capacidad de fijación de precios, que cuenten con una marca muy potente, y que hayan demostrado ser capaces de dar dividendos en cualquier contexto”.
“Entre el momento de la pausa de tipos de interés y el del pívot, el mercado probablemente experimentará episodios de volatilidad, que podrán ser aprovechados para incrementar el peso en los activos más sensibles a la recuperación económica (bolsa y bonos de menor calidad crediticia)”.
Banco Santander.
Conozca las estrategias de inversión en renta fija y variable para 2023 aquí: Revista diciembre 2022