En una sociedad de inmediatez, donde las redes sociales nos exponen a constantes comparaciones, es fácil perder de vista lo que realmente importa. Pero hay una solución sencilla: aprender cómo ser agradecido. A medida que se acerca el final del año, es el momento perfecto para reflexionar y reconocer todo lo que tiene por agradecer.
¿Qué es el agradecimiento?
El agradecimiento es una postura de reconocimiento por algo que se ha recibido, ya sea un beneficio, un gesto o un favor. Aunque también puede expresarse de más formas, como mostrar gratitud por las cosas buenas que le ha dado la vida o las experiencias vividas.
Beneficios de ser agradecido
- Mejora la salud mental. Practicar la gratitud regularmente ha demostrado reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Al enfocarse en lo positivo, puede cambiar su perspectiva y aumentar su bienestar emocional.
- Fortalece las relaciones. Expresar gratitud hacia los demás fortalece los lazos emocionales y fomenta una mayor conexión. Las personas, al sentirse apreciadas, tienden a cultivar relaciones más sólidas y satisfactorias.
- Incrementa la felicidad. El agradecimiento ayuda a valorar lo que se posee en lugar de enfocarse en lo que se carece. Esta mentalidad positiva conduce a una mayor sensación de felicidad y plenitud en la vida.
Estrategias para fortalecer el músculo de la gratitud
Si está listo para dar el siguiente paso, aquí le compartimos algunas estrategias para que aprenda cómo ser más agradecido y lo ponga en práctica de una vez.
- Cultive la gratitud a través de sus palabras.
Expresar su aprecio a los demás puede ser la clave para abrirse paso hacia un sinnúmero de emociones positivas. Tan simple como decirlo verbalmente.
- Escriba sobre su día.
¿Alguna vez ha escuchado hablar del journaling? Suele referirse a la práctica de presentar en papel ideas, pensamientos y emociones. Le servirá como un registro de todo lo que le sucede. Si llegase a sentirse abrumado, podrá abrir su cuaderno, verificar lo que ha escrito y recordar todo lo que puede agradecer.
- Concéntrese en lo que tiene.
Volvemos al principio: a menudo se nos dificulta valorar lo que tenemos debido a que constantemente estamos expuestos a estímulos que quizás no sean tan reconfortantes, pero recuerde: el agradecimiento es un estado espiritual que se puede profesar.
- Haga un recordatorio visual.
Nadie es perfecto. Por eso, una estrategia que le ayudará a adoptar más rápido el hábito de agradecer es usar recordatorios. Déjese una nota, en un papelito o en su celular, que le motive a tener presente qué le hace sentir agradecido.
- Asimile y aplique.
Reincida en todos estos ejercicios en intervalos regulares. Si alguno no se adapta a su gusto, atrévase a crear uno propio o enlácese con una forma existente de adquirir el agradecimiento que sea más óptima para usted. A mayor práctica, mejores resultados.
¡Gracias por llegar hasta aquí! Ahora es el momento perfecto para empezar a agradecer y ver cómo la vida se transforma.
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