Hoy en día, mientras algunos buscan desconexión total del bombardeo de información constante, otros se interesan más en conectar con el mundo. Eso incluye estar consciente y al tanto de los problemas existentes, sin dicriminación alguna. Es en ese último contexto donde surge el denominado ciudadano global.
En esencia, estas personas creen que la pobreza extrema puede eliminarse y que los recursos para acabar con ella pueden movilizarse si suficientes personas toman medidas. En otras palabras, también quiere decir que se puede aprender sobre las desigualdades sistémicas que alimentan la pobreza (desigualdades raciales, étnicas, de género, sexuales y económicas) y tomar medidas para superarlas de una manera sostenible.
Desde que comenzó el movimiento Global Citizen, la organización internacional de educación y defensa ha ayudado a garantizar el desembolso de más de US$43,600 millones en compromisos de gobiernos, corporaciones y filántropos para abordar una amplia gama de problemas y apoyar a organizaciones y programas que trabajan en todo el mundo. Estos compromisos han tenido un impacto en la vida de más de 1,290 millones de personas hasta la fecha.
Del “querer”, al “ser”
En términos simples, los ciudadanos globales son personas conscientes de los problemas que les rodean. Asimismo, conocen su papel, valoran la diversidad y trabajan para lograr roles de desarrollo social. En ese factor radica uno de los aspectos clave que tienen todos los ciudadanos globales: el poder del optimismo.
Otras de sus características son la creatividad, flexibilidad, dedicación. Además, son creativos, proactivos y dedicados a desarraigar el problema. Además, otras características primordiales que separan a los ciudadanos globales de la multitud son el pensamiento crítico, la colaboración y las habilidades para la toma de decisiones.
Los ciudadanos globales combinan todos estos aspectos para arrojar luz sobre cuestiones que se pasan por alto. Se dan cuenta del poder de la unidad, la defensa y los utilizan para responder a las crisis humanitarias y prevenirlas a largo plazo.
Conviértase en un ciudadano global en cinco pasos
- Encuentre inspiración. Busque en diferentes fuentes, como libros, documentales y redes sociales, para descubrir sus intereses globales, qué aventuras le gustaría tener y cómo quiere contribuir al mundo.
- Amplíe sus conocimientos. Aprenda sobre diversas culturas, ideas y formas de vida. Únase a clubes internacionales, aprenda idiomas y conecte con personas de diferentes partes del mundo para enriquecer su perspectiva.
- Manténgase informado. Siga noticias de alcance global, participe en debates y comprenda los desafíos y soluciones propuestas en distintas regiones del mundo.
- Viaje y viva experiencias. Estudie y trabaje en el extranjero para obtener una comprensión directa de diferentes culturas y realidades. Eso le ayudará a desarrollar habilidades personales y profesionales cruciales.
- Desarrolle habilidades de liderazgo. Organice viajes internacionales, coordine programas de estudio y participe en conferencias para involucrarse más con la comunidad global y adquirir habilidades interculturales valiosas.
Lo que es más importante, ser un ciudadano global es darse cuenta de que cuando se unen voces, se es más poderoso y se puede asegurar un cambio duradero en la misión de vencer la pobreza, exigir equidad y defender el planeta.
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