A lo largo de toda carrera profesional se alcanza un momento en el que uno se plantea si sus ambiciones, expectativas y metas fueron cumplidas. Usualmente este punto llega en la mediana edad, alrededor de los 40 años. Según expertos en el tema, es común encontrar que en esta etapa no todos los planes trazados en la juventud se hicieron realidad. Sin embargo, no hay por qué desanimarse, ya que este período también ofrece una gran oportunidad de crecimiento.
“La primera mitad de la vida trata de «acumular». La segunda mitad de la vida está destinada a la edición. Es cuando disciernes lo que es realmente importante para ti”.
Chip Conley, fundador de Modern Elder Academy
Por otra parte, Ebony Joyce, fundadora de Next Level Career Services, destaca que encontrar tiempo y espacio mental para echar la vista atrás y reevaluar su carrera merece la pena. «Te da perspectiva para trazar la forma y la dirección de tu futuro», afirma.
En un artículo para Harvard Business Review, los empresarios Conley y Joyce enumeran y explican seis interrogantes clave para reevaluar su camino profesional y aprovechar los aspectos positivos de su madurez, las cuales son:
1. ¿Qué me arrepentiré de no haber hecho o aprendido dentro de 10 años?
Conley sugiere utilizar el poder del arrepentimiento anticipado, que consiste en imaginar la decepción futura por no tomar ciertas acciones hoy. El objetivo es “tomar decisiones que lo lleven a una satisfacción a largo plazo, en lugar de buscar una gratificación inmediata”.
2. ¿Cómo puedo alcanzar mis propósitos?
Ebony Joyce menciona que en este punto de su vida profesional es momento de centrarse en lo que realmente desea y considera significativo. Es una oportunidad para liberarse de lo que «podría», «debería» y «querría» hacer, y enfocarse en sus sueños.
3. ¿Qué habilidades o dones he desarrollado y puedo ofrecer al mundo?
Al llegar a la mediana edad en su carrera, habrá acumulado múltiples experiencias y conocimientos que pueden generar un impacto positivo en los demás. Conley recomienda reflexionar sobre las habilidades que ha adquirido y considerar cómo puede ponerlas al servicio de otras personas.
4. ¿Cómo quiero que sean mis días?
En lugar de visualizar su futuro en términos generales a cinco o diez años, Joyce sugiere pensar en los detalles de sus rutinas diarias. Considere cómo desea usar su tiempo, con quién quiere interactuar y qué actividades desea realizar fuera del trabajo.
5. ¿Qué estoy dispuesto a hacer y qué no?
Es normal cuestionar sus elecciones y reflexionar sobre posibles cambios. Joyce señala que es importante recordar que las decisiones tomadas en el pasado tenían sentido para sus necesidades y prioridades de ese momento. Ahora, con más perspectiva y madurez, es posible que esas prioridades hayan cambiado.
6. ¿Cómo han mejorado las cosas en mi vida?
Conley sugiere cambiar su enfoque para apreciar las ventajas de la edad avanzada, como la sabiduría adquirida, las experiencias vividas y el crecimiento personal logrado. Aunque la discriminación por su edad pueda persistir, Conley enfatiza la importancia de presentarse comprometido y apasionado para que destaque su energía en lugar de su edad.
La mediana edad presenta diversas transiciones y desafíos. Sin embargo, estos pueden ser muy diferentes según el contexto personal de cada quien, por lo que no existe una guía específica para afrontarlos. Según Conley, el objetivo es utilizar la sabiduría y las experiencias acumuladas para planificar de manera consciente la siguiente etapa de la vida y así sacar lo mejor de ella.
También le podría interesar: Experiencia de usuario, el estímulo que necesita para mejorar sus ventas
